Cuando se realiza submarinismo, el buceador se encuentra en un medio natural totalmente diferente al que está acostumbrado, regido por leyes físicas distintas. Por ejemplo, la variación de la presión, es diferente sobre la tierra que bajo el agua. Por ello para practicar submarinismo con seguridad se requiere un elemental conocimiento de algunos términos científicos.
La evolución no ha equipado al cuerpo humano para el mundo submarino, y cuando se desciende a las profundidades aparecen fenómenos sensoriales desconocidos que se deben saber, para no asustarse cuando sucedan.
Por ejemplo, la visión y los sonidos serán diferentes a la superficie, y se deben conocer las diferencias. El calor y la presión también cambian de maneras diferentes a las de la superficie. El agua conduce el calor 25 veces más rápido que el aire, y es por eso por lo que se pierde tan pronto.
Al aumentar la profundidad, aumenta la columna de agua que se tiene encima, por lo que el peso que ejerce sobre el cuerpo también será mayor. Las zonas del organismo que contengan aire, como el oído, la nariz, los pulmones o el intestino, se verán afectadas, por lo que se deberá tener cuidado de equilibrar la presión interior a la exterior mediante la maniobra Valsalva.
También resulta conveniente saber los cambios que suceden en el cuerpo al respirar aire comprimido bajo el agua, y como evitar problemas derivados de ello.
Así mismo, esta sección está dedicada a los conocimientos mínimos que se deben tener sobre el mar, como las mareas, las corrientes, para que se esté preparado ante cualquier imprevisto.
Esperamos que está información le sea de ayuda, y le facilite la introdución al maravilloso mundo del buceo.