Bucear bajo hielo puede ser una experiencia única debido a la gran visibilidad que presentan sus aguas (entre los 15 y 40 metros de profundidad), debido a la ausencia de olas, y la suave luz que se filtra que minimiza el crecimiento de algas.
El mar Blanco se encuentra entre Finlandia y Rusia, y aunque sus aguas están congelas desde noviembre hasta abril, la mejor época es a mitad de marzo.
El entorno marino del mar Blanco apenas se ve afectado por la actividad humana, observándose unas 80 especies de peces, 30 de nudibranquios y 5 de focas.
Si se tiene la suerte de ver pequeños bancos de medusas, se observará como se filtra la luz a través de ellas, formando pequeños arco iris. También se pueden ver ballenas blancas y orcas, o tiburones boreales de Groenlandia.
Aparte del buceo se puede presenciar la aurora boreal en el cielo, o pedir cita para visitar el centro de entrenamiento aeroespacial ruso y bucear en el laboratorio de hidroespacio.